Ah!!! los mejores museos de lo kitsch, venerados irremediablemente por todo tipo de criaturas humanas o semihumanas, como los gatos, que me atrevería a afirmar que alguna devoción por los bazares oriente deben tener, porque no se conoce gato no curioso...y no hay escasez de cosas con qué curiosear en esos museos.
Mis incursiones en bazares oriente siempre se han fundamentado en la búsqueda de fundas de plástico para documentos, así, con una parte blanca taladrada (es que los que venden en los bazares oriente son diferentes del resto...el plástico es más fino y tiene una textura más extraña). Otras incursiones en tales lugares han sido también motivadas por otras cosas de la sección papelería, como la búsqueda de sobres de colores (ah!! pero que nadie vaya a esos lugares a comprar sobres acolchados, que salen mucho más caros). Y que decir de una diadema a 0.75€, negra-no hortera ni para niños...habiendo visto diademas (ya ves, un trozo de plástico de nada) por precios relativamente indignantes.
A parte de todo lo kitsch contenido en los bazares oriente, también hay mucha cosa que produce yuyu. A mi personalmente casi me quita el sueño el escaparate del bazar oriente de mi calle....es lo que tiene pasar por delante a horas poco comunes de la noche y también la elección de los dueños (gente muy maja, por cierto), de dejar luces y cosas indescriptibles encendidas, en plan navideño. Esta semana me fijé más de la cuenta y vi la aterrorizante imagen de la antorcha falsa encendida iluminando una figura de un loro gigante, amarillo de cerámica o plástico (o mejor no saberlo). Efecto película de terror versión kitsch. No tiene desperdicio el escaparate...bien figuras de loros, como cuadros con imágenes en movimiento (o el mítico cuadro con una estampa de Jesucristo con un círculo de luces alrededor y otras luces dispuestas a modo de rayos....que claro, por qué lo iban a dejar apagado por la noche!! Oh! La luz de Jesús en un escaparate de un bazar oriente!!!)...Y claro, en mi persona se produce un efecto extraño y me entra la risa por la calle. Yuyu+risa, que sí se pueden sumar. Las peras y las manzanas siempre se dijo que no se podían sumar, pero el yuyu y la risa, pues sí. Que vamos, que me cruzo con alguien y con mi cara de quiero-reír-pero-casi-porque-mejor-que-no....miradas de resignación de la gente pensando ¡cuánta gente rara suelta por la noche!
Mis incursiones en bazares oriente siempre se han fundamentado en la búsqueda de fundas de plástico para documentos, así, con una parte blanca taladrada (es que los que venden en los bazares oriente son diferentes del resto...el plástico es más fino y tiene una textura más extraña). Otras incursiones en tales lugares han sido también motivadas por otras cosas de la sección papelería, como la búsqueda de sobres de colores (ah!! pero que nadie vaya a esos lugares a comprar sobres acolchados, que salen mucho más caros). Y que decir de una diadema a 0.75€, negra-no hortera ni para niños...habiendo visto diademas (ya ves, un trozo de plástico de nada) por precios relativamente indignantes.
A parte de todo lo kitsch contenido en los bazares oriente, también hay mucha cosa que produce yuyu. A mi personalmente casi me quita el sueño el escaparate del bazar oriente de mi calle....es lo que tiene pasar por delante a horas poco comunes de la noche y también la elección de los dueños (gente muy maja, por cierto), de dejar luces y cosas indescriptibles encendidas, en plan navideño. Esta semana me fijé más de la cuenta y vi la aterrorizante imagen de la antorcha falsa encendida iluminando una figura de un loro gigante, amarillo de cerámica o plástico (o mejor no saberlo). Efecto película de terror versión kitsch. No tiene desperdicio el escaparate...bien figuras de loros, como cuadros con imágenes en movimiento (o el mítico cuadro con una estampa de Jesucristo con un círculo de luces alrededor y otras luces dispuestas a modo de rayos....que claro, por qué lo iban a dejar apagado por la noche!! Oh! La luz de Jesús en un escaparate de un bazar oriente!!!)...Y claro, en mi persona se produce un efecto extraño y me entra la risa por la calle. Yuyu+risa, que sí se pueden sumar. Las peras y las manzanas siempre se dijo que no se podían sumar, pero el yuyu y la risa, pues sí. Que vamos, que me cruzo con alguien y con mi cara de quiero-reír-pero-casi-porque-mejor-que-no....miradas de resignación de la gente pensando ¡cuánta gente rara suelta por la noche!
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